viernes, 26 de julio de 2019

Pensamiento


PENSAMIENTO ESTRATÉGICO Y PENSAMIENTO CREATIVO

El pensamiento es una categoría cognoscitiva superior propia del ser humano, sin embargo la psicología cognitiva lo engloba como un proceso mental superior, en el que consisten formulaciones, razonamientos, conceptos o construcciones adquiridas a través de la experiencia además otra característica es la adquision que puede ser manipulada y es extraída gracias a otros procesos superiores relacionados (Egg, 2016); existen diferentes tipos de pensamiento: estratégico y creativo.
El pensamiento creativo se expresa en la resolución de conflictos, a través de un método que se manifiesta de la necesidad de reinventar cuando no existe solución conocida, la creatividad como tal es una capacidad con la que todos nacemos pero sin la práctica se va deteriorando, sin embargo, ¿Cuál es la relación con el pensamiento estratégico?, al igual que el pensamiento creativo su objetivo es buscar nuevas soluciones de un problema, pero el pensamiento estratégico representa un proceso macro estratégico en pocas palabras para lograr el pensamiento estratégico es la suma de diferentes elementos en la cual destacan la plasticidad del cerebro otorgado por la creatividad y la experiencia lidiando con los conflictos otorgando la capacidad de evaluar y diseñar estrategias eficaces para la resolución de un conflicto (Molina, Garcia, Pablos Abella, & Mestre , 2018)

Bibliografía

Egg, E. (2016). Diccionario de psicología . Argentina: Brujas.
Molina, A., Garcia, M., Pablos Abella, C., & Mestre , J. (09 de Abril de 2018). journal.onlineeducation.center. Obtenido de https://journal.onlineeducation.center/api-oas/v1/articles/sa-M5b52364346ff2/export-pdf


martes, 9 de julio de 2019

Anorexia en Psicoanálisis

Anorexia desde el psicoanálisis

La anorexia actualmente ha sido más nombrada dentro de los medios de comunicación, como por ejemplo desde hace 30 años el Dr. Cormillot de origen argentino empezó advertir que las personas con anorexia nerviosa reprimían el hambre para no engordar, los cual les conducía a un ciclo de ayuno y pérdida de peso generando que se ven gordas aunque estén por debajo del peso saludable, siendo esto síntomas más comunes en mujeres jóvenes y todo como consecuencia de componentes genéticos, psicológicos (como depresión aislamiento y baja autoestima) y por la influencia de medios masivos de comunicación. (Franco, 2009)
Pero a su vez existen indicios de que la anorexia es un padecimiento conocido desde la antigüedad; en la medicina griega, Hipócrates lo llamó “asistía” o “inedia”. En el siglo XVII (1669) Reinolds lo nombró “consunción nerviosa”. En 1859 Brisquet, le nombraba “anorexia nerviosa”. Laségue, en 1873 la designada “anorexia histérica” o “inanición histérica” llegando a contrastar la inapetencia con experimentar apetito falso o imperioso o sentir apetito y a la vez temor por alimentarse. (Franco, 2009)

Anorexia en el pensamiento Freudiano

Freud en sus obras hablo acerca de la anorexia a través de los análisis de caso que se le presentaron, interesándose mucho más por describir con detalle y precisión los síntomas de cada uno de éstos, y no por realizar cuadros nosológicos, prefiriendo inclinarse por establecer los mecanismos psíquicos que la componían. (Franco, 2009)
Es así que uno de los casos que presenta es de una mujer que muestra repugnancia por la comida cada vez que daba a luz, las consultas a Freud se hicieron luego de los partos del segundo y tercer hijo de la paciente, ocasiones ambas en que la paciente se negaba a comer devolviendo todo alimento y cayendo en un estado de irritación cuando veía que le traían comida a la cama y en consecuencia no podía amamantar a su hijo. Este problema ya había surgido en el primer parto, provocando que la leche no sea abundante, tuviese dolores al poner al niño en su pecho, se mostrase inapetente con una gran repugnancia alimentarse y además pasaba las noches excitada y con insomnio. Recién en el momento en el que un niño fue entregado a una nodriza los síntomas desaparecían rápidamente. (Sauval, 2001)
Y es de dicha manera como Freud llega a la conclusión de una histeria por disociación de la conciencia, articulándolo con lo que él llamaba en aquella época “representaciones penosas contrastantes” que en apariencia está inhibida pero es arrancada de su asociación con el designio, y entonces subsiste, a menudo es inconsciente para el propio enfermo como una representación separada, y es que así lo histérico por excelencia es que cuando llega el caso de ejecutar el designio, esta representación contrastante inhibida se objetiva por vía de inervación corporal con la misma facilidad con que en el estado normal lo hace la representación voluntad. La representación contrastante se establece, por así decir, como “voluntad contraria”, al tiempo que el enfermo asombrado es consciente de una voluntad decidida pero impotente; esto lo refiere debido a que al encontrar su paciente, está estaba indignada contra sí misma al ver que toda su fuerza de voluntad no llegaba a vencer la repugnancia a alimentarse y los demás síntomas. (Sauval, 2001)
Otro caso mencionado, es “El hombre de los lobos” donde se establece como la primera organización sexual la canibálica u oral, quedando ahí apuntalada la pulsión de nutrición. Al amor lo llego a enlazar con la organización oral y le gustaba llegar ilustrarlo con algunas frases usuales de la vida cotidiana para expresar cierto ánimo de devoración, como “te quiero tanto que te voy a comer a besos”.
Y es que representa como en las niñas púberes suele presentarse una neurosis que revela la desautorización de lo sexual mediante una anorexia. Freud asoció a la “neurosis alimentaria” o también llamada “anorexia nervosa” de las niñas jóvenes con la melancolía en presencia de una sexualidad no desarrollada, puesto que la melancolía significaría el duelo por la pérdida de la libido y la anorexia que es aquella pérdida de apetito que es igual a la libido siendo que la anorexia sea un mecanismo histérico dado que la histeria es un dispositivo en el cual ante una representación penosa viene una escisión; la representación queda inhibida pero sale de otro modo que en apariencia nada tiene que ver con la representación rechazada. (Franco, 2009)
Lo dicho anteriormente queda representado en el caso de Emmy Von paciente de Freud que presentaba angustia por comer en exceso o beber agua, llegando a sólo tomar chocolate con leche y bebidas muy espesas. Está repugnancia por la comida o a cierto tipo de bebidas como el agua mineral eran acompañados por expresiones de asco y horror. El caso fue llevado a cabo mediante hipnosis, donde se descubrió que cuando era niña y no quería comer su plato de carne su madre, una mujer muy severa, la obligaba a comérselo aun cuando ya estuviera fría, también las expresiones de horror aparecieron cuando hablo de tener que comer junto a sus hermanos, quienes padecían de enfermedades contagiosas, uno de ellos escupía constantemente, pues, estaba tuberculoso, en cuanto al agua relato que a los 17 años de edad estando de vacaciones la familia, todos lo vieron agua mala y ella fue la única que se enfermó seriamente. En el momento de haber hablado de aquellos sucesos a partir de la hipnosis Emmy Von, no volvió a tener más dificultades de alimentarse y beber agua (Franco, 2009)
De esta manera, en algunos de los casos presentados por Sigmund Freud anorexia será considerada como un síntoma histérico, pero en su presentación difieren mucho de lo que vimos en el caso de la curación por hipnosis. En primer lugar, la anorexia aparece más bien como un cuadro, y en segundo lugar, asociada en paralelo con la melancolía: “la neurosis alimentaria paralela a la melancolía es la anorexia. La famosa “anorexia nervosa” de las niñas jóvenes parece una melancolía en presencia de una sexualidad no desarrollada” es lo que menciona este autor (Sauval, 2001)
Y es que está deducción se acerca mucho más a lo que suele imaginarse como prototipo de la anorexia actual; una joven desinteresada en su alimentación e inmutable ante los reclamos que pudiera hacerle su familia respecto, como podríamos imaginarlo de un melancólico respecto del amor y el interés por las cosas de la vida ante la preocupación de su entorno próximo. (Sauval, 2001)
Freud habla de la famosa “anorexia nerviosa” mencionando:
“Creo que en este texto lo que más interesa es la aparición del problema del objeto que resulta por la asociación de la melancolía: así como “la melancolía consistiría en el duelo por la pérdida de libido”, la anorexia debería pensarse como un duelo por la pérdida del apetito. La anorexia sería una melancolía del “apetito”, una melancolía donde, a falta de la libido por “la sexualidad no desarrollada” de las jóvenes en las que se presenta, lo que se habría perdido es el apetito. El apetito en lugar de la libido (Sauval, 2001)
Además, Freud señala que, en la melancolía no se trata de la pérdida de un objeto cualquiera, sino de una pérdida “producida dentro de la vida pulsional”. En consecuencia, el estatuto del apetito en la anorexia tendría que ser pulsional. Podríamos decir entonces que se trata del objeto de la pulsión “alimentaria”, siendo designada entonces como una neurosis alimentaria. (Sauval, 2001)
Por esto Freud, presenta un esquema en busca de las diferentes situaciones por las que el grupo sexual psíquico es despojado de la magnitud de excitación, en función del mismo se distinguen: la anestesia, que corresponde a la falta de velocidad, y la melancolía que corresponde a la falta de excitación sexual somática. (Sauval, 2001)
La falta de sensación voluptuosa de la anestesia es remitida, por el mecanismo falso de enlace. Es decir, “no se consciente de la voluptuosidad al grupo sexual psíquico a causa de algún diverso enlace (con asco- defensa): es la anestesia histérica en un todo análoga a la anorexia histérica (asco). (Sauval, 2001)
Por último, es sabido que, en años muy posteriores, en niñas que se hallan en la época de la pubertad y poco después de esta, se presenta una neurosis que expresa la desautorización de lo sexual mediante una anorexia; es lícito vincularla con esta fase oral de la vida sexual. En el ápice del paroxismo enamorado (“Te amo tanto que te comería”) y en el trato tierno con los niños pequeños, en el que el propio adulto se comporta de una manera como infantil, vuelve a aflorar la meta de amor de la organización oral. (Sauval, 2001)
Ahora el síntoma anoréxico, ya no es considerado solamente en función de su mecanismo histérico, es incluido en la serie del desarrollo libidinal y sus organizaciones sexuales para el caso la organización sexual oral; lo que resulta del apuntalamiento de la excitación sexual en la pulsión de nutrición (Sauval, 2001)

Bibliografía

Franco, V. (23 de Febrero de 2009). EL DIVÁN DEL PSICOANÁLISIS. Obtenido de ¿CÓMO EXPLICAN FREUD Y LACAN LA ANOREXIA?: https://eldivandelpsicoanalisis.wordpress.com/2009/02/23/%C2%BFcomo-explican-freud-y-lacan-la-anorexia/?fbclid=IwAR0sjetC_Evhhblye31cYZptvNo0a_Ciz0eek__tD2d6JUNRUPOrsIMoqK0
Sauval, M. (2001). La anorexia en la obra de Freud. Relatos de la Clínica. Obtenido de http://www.psicomundo.com/relatos/relatos2/anorexia2.htm