El Psicoanálisis
El
psicoanálisis se empieza a desarrollar con su más fidedigno representante que
es Sigmund Freud quién va desarrollando una teoría enfocada a la
externalización de los síntomas para llegar a la aceptación y exteriorización
de las representaciones contrastantes que son aquellas voluntades contrariadas
del ser humano lo cual llegaría a referir a los estados histéricos neuróticos a
los cuales él se refería en aquella época dejando de un lado la hipnosis.
Ahora
bien cabe destacar que este personaje dejó bien plasmado conceptos
fundamentales para el psicoanálisis uno de ellos se constituye en el desarrollo
de las tres instancias psicológicas que son la conciencia el inconsciente y el
preconsciente donde se irán ubicando tres aspectos desarrolladores de la
personalidad y quiénes manejaran los instintos y pasiones y el desarrollo de
una realidad moral configuradas en el yo el ello y el superyó de los cuales
estos tres partirán del ello como ente básico del ser humano que son instintos
innatos los cuales se irán racionalizando con
la influencia del medio externo es decir las percepciones tanto corpóreas cómo
del mundo externo que configurarán alió aspecto que representa al ser en sí por
último se generará un ente regulador qué es aquellas limitaciones del entorno
configuradas ya sea por una figura de autoridad qué en un inicio nacerá del
complejo de Edipo quién le supondrá a la persona el no poder tener relaciones
incestuosas ni cometer asesinato para luego irse generando otras figuras de
autoridad que podrán ser la ley la escuela y la sociedad en sí.
En
otros aspectos fundamentales se puede desarrollar la teoría psicosexual que en
aquella época despertaría gran controversia en la sociedad allegarse a sexualizar
a los niños ya que como friego a plantear desde el nacimiento se atraviesa por
diversas fases para generar un desarrollo óptimo los cuales llegarán a entrar
en crisis las que deberán ser superadas para un desarrollo óptimo o si no habrá
un desarrollo patológico que se sustentará en cada una de estas etapas que se
definirá a continuación:
- Fase oral, esta etapa se desarrollará desde el nacimiento hasta el año de edad considerándose como zona erógena la boca dado que la alimentación a través de la succión y la masticación llegan a ser lo más importante que generará una fuente de placer para el sujeto generando actividades por factores como la degustación y la succión y a su vez debido a que el bebé es totalmente dependiente de los cuidadores también irá desarrollando un sentido de confianza y comodidad a través de la estimulación oral el conflicto que se presentará en esta etapa es el proceso de destete donde el niño pasa a ser menos dependiente de sus cuidadores y pierde las gratificaciones que obtenía con la succión. Freud, así mismo creía que si el individuo tenía problemas al superar esta etapa se generaría una dependencia o agresión en un futuro que podría desarrollar problemas con la bebida la comida o la necesidad de fumar.
- Fase anal, se desarrolla a lo largo del año a los 3 años de edad teniendo como zona erógena los esfínteres en esta etapa Freud creía que el objetivo principal de la libido se hallaba en lograr el control de los movimientos del intestino y la vejiga donde el niño tiene que aprender a controlar sus necesidades corporales el desarrollo de este control conduciría a una sensación de logro y a la independencia para Freud el éxito de esta etapa depende de la forma en que los padres se acercan a las esfínteres es decir que utilizan la alabanza y la recompensa por usar el inodoro en el momento apropiado llegando fomentar resultados positivos y ayudando a los niños a sentirse capaces y productivos pues éste tapas sentaría las bases de que las personas se conviertan en adultos competentes productivos y creativos sin embargo si se da el caso contrario en el que el padre castiga ridiculiza o incluso avergüenza un niño cuando tiene accidentes desarrollará resultados negativos generándose una personalidad anal expulsiva que se traduce en una persona adulta desordenada derrochadora y destructiva pero se los padres son demasiado estrictos empiezan el control de los esfínteres demasiado pronto se generaría una personalidad anal retentiva que se traduce en que un individuo es demasiado rígido ordenado y obsesivo.
- Fase fálica, se desarrollaría de los 3 a 6 años de edad teniendo como zona erógena los genitales durante esta etapa el enfoque principal de la libido se centra en los genitales cuando los niños empiezan a descubrir las diferencias entre hombres y mujeres Freud creía que los niños comenzarían a ver a los padres como un rival por el afecto de la madre es decir en esta etapa se genera el complejo de Edipo o también llamado en el caso de las mujeres complejo de Electra escribiéndose sentimientos de querer poseer a uno de los padres y deseo de reemplazar al padre sin embargo el niño también teme que será castigado por el padre por estos sentimientos de miedo Freud llamó angustia de castración que en el caso de la mujer se generaría una envidia al pene.
- Fase de latencia, se desarrolla de la edad de 6 a 12 años de edad teniendo como una zona erógena en realidad los sentimientos sexuales inactivos pues durante este periodo de latencia los intereses de la libido llegan a ser suprimidos temporalmente enfocándose en el desarrollo del ego y del superego contribuyendo a este periodo de calma, esta etapa comienza alrededor de cuando los niños entran a la escuela y se preocupa más por las relaciones entre iguales juegos y otros intereses siendo un tiempo de exploración el que la energía sexual está todavía presente pero se dirige hacia otras áreas como actividades intelectuales e interacciones sociales.
- Fase genital, inicia a los 12 años de edad hasta la muerte teniendo como zona erógena los genitales es decir la maduración de los intereses sexuales en esta etapa el individuo desarrollará un fuerte interés hacia el sexo y las relaciones sexuales en esta etapa se inicia la pubertad pero dura durante el resto de la vida de una persona y por último en esta última etapa a diferencia de las demás crece el interés por el bienestar de los demás y si las demás etapas se ha completado con éxito el individuo debe estar ahora bien equilibrado en las diversas áreas de la vida.
Psicoanálisis
actual
Freud
es definido retrospectivamente como un investigador del cerebro; por el
contrario, la psicología del inconsciente es más o menos declarada un recurso
de urgencia que se ha vuelto innecesario. En el marco del “neuro psicoanálisis”
la “pulsión” se convierte en una función del “seeking system” identificable
anatomo patológicamente y el inconsciente se transforma en una “memoria
implícita”.
El
psicoanálisis ha convertido su debilidad en una fortaleza, dado que sus
conocimientos pueden capacitar para una comprensión critica de la historia
vital y cultural en la que se encuentra el paciente, permitiendo un análisis
más profundo y elaborado de este. La terapia psicoanalítica no reprime ni desplaza
síntomas, sino que intenta hacer una devolución hacia el individuo oprimido por
la exigencia de su entorno
Los
síntomas que se dan a través del psicoanálisis pueden variar a través de las
épocas, pero la base teórica de que el sufrimiento humano permanece, se expresa
y necesita ser descifrado para perder su valor se mantiene vigente.
En la época de Freud eran frecuentes los
pedidos de ayuda de afectaciones histéricas o parálisis de algún miembro; pero
hoy en día se tratan los estados depresivos, ansiedad y conductas compulsivas,
todas afecciones que se presentan mayormente en la actualidad.
El
psicoanálisis hace que el paciente tenga un compromiso en descubrir su propia
verdad, indagando a través de sus deseos más profundos, para tomar un punto de
partida en buscar soluciones a su sufrimiento- El conocer aspectos inexplorados
de uno mismo da paso a una libertad en la toma de decisiones, sin caer en la
reiteración del inconsciente que causa malestar.
Paul
Parin escribió que se trata de “crear islas de razón en medio de un mundo
perturbadoramente auto amenazado”. Para ello, la crítica psicoanalítica ha de
rebelarse contra la colonización del mundo de la vida y ayudar a escapar de la
tecnificación del ser humano. Ya es hora de que los y las psicoanalistas recuperen
el sentido de su principal tarea: abrir a los individuos y a los grupos
posibilidades de resistirse a la estandarización económica de la vida y de
crear formas novedosas y autónomas de vida y trabajo.
Terapia
Psicoanalítica
En un comienzo Freud pretendía una curación de los síntomas de las
neurosis, pero su trabajo de investigación le mostró la necesidad de ampliar el
campo de análisis hacia la infancia del sujeto, privilegiando así esa
indagación que conduciría, por añadidura, a la modificación de los síntomas.
- Psicoterapia individual de tipo psicoanalítico.
Basada en hacer consciente lo inconsciente mediante el análisis de los
contenidos verbales, no verbales y emocionales del paciente, utilizando para
ello herramientas tales como la asociación libre, la transferencia y la
interpretación.
- Asociación libre
La asociación libre es una técnica terapéutica que consiste en que el
paciente expresa todo lo que le pasa por la mente, intentando no censurar ni
recortar el torrente de recuerdos, pensamientos e ideas que tiene en ese
momento. La función del psicoterapeuta será la de propiciar esta “habla
fluida”, con el objetivo de que el paciente regrese a estados psicológicos y
emocionales, a partir de los cuales será más sencillo detectar los patrones de
conflicto que el sujeto pueda estar sintiendo.
- Transferencia
Proceso por el que los deseos inconscientes del paciente se reactualizan
en el marco de la relación analítica; de hecho, las fantasías y deseos
relacionadas con el pasado existentes en la realidad psíquica del sujeto, más
que las efectivamente vividas. Hay en ello una mezcla de presente y pasado; es
este último el que el analista ha de separar, valiéndose de su actitud
flotante, neutral, que mantiene la relación en el plano imaginario. Un
fragmento del mismo Freud podrá expresarlo mejor: "El tratamiento
analítico tiene por objeto la transferencia misma, a la que procura
desenmascarar y disociar cualquiera que sea la forma que revista... su labor
principal es la de crear, partiendo de la actitud del enfermo con respecto al
médico, esto es, de la transferencia, nuevas ediciones de los antiguos
conflictos. En éstas, tenderá el enfermo a conducirse de igual manera que en el
conflicto primitivo; pero nosotros, haciendo actuar en él todas sus fuerzas
psíquicas disponibles, le haremos llegar a una diferente solución... Merced al
trabajo de interpretación que transforma lo inconsciente en consciente, se
amplía el Yo a expensas de dicho inconsciente".
- Interpretación
Es la técnica fundamental de que dispone el analista. En la
interpretación se busca hacer consciente lo inconsciente; es decir, hacer
comprensibles y significativos para el paciente los hechos psicológicos que no
comprendía. Por lo tanto, interpretación es sólo la intervención verbal
dirigida a provocar cambios dinámicos en el paciente. Este es un proceso muy
lento en el que las hipótesis van cambiando, y que se dirige realmente a
reconstruir y entender la dinámica conflictual de la infancia. Es muy
importante buscar el momento oportuno para comunicarla; es la cuestión del
"timing".
Factores de prolongación de la psicoterapia
En el paciente:
ü
Resistencias.
ü
Sobre determinación
de los síntomas.
ü
Necesidad de
elaboración analítica
ü
Raíces infantiles
de toda neurosis.
ü
Transferencia.
ü
Dependencia.
ü
Transferencia
negativa relacionada con el fin del análisis.
ü
Neurosis de
transferencia.
En el terapeuta:
ü
Tendencia a la
pasividad, o dejarse llevar por el paciente.
ü
Transmitir al
paciente una sensación de interminabilidad.
ü
Perfeccionismo
terapéutico.
ü
Interés creciente
por experiencias cada vez más profundas y antiguas, por el principio
psicoanalítico del determinismo.
ü
Pérdida gradual de
entusiasmo.
1. Focalización
Consiste en la delimitación de la intervención terapéutica a aspectos
específicos del caso; es decir, la programación de una meta. Hay varios tipos
de focos, y según el modelo terapéutico elegido puede tratarse de un propósito
consciente y asumido por ambas partes, o bien el resultado una hipótesis
dinámica que elabora el terapeuta en función del planteamiento del paciente.
2. La situación
Cara a cara; esto es siempre más difícil y delicado que el uso del
diván. Exige del terapeuta un papel más activo, incluyendo una postura de
atención selectiva y de directividad sobre los contenidos de la terapia.
3. Criterios de
selección de pacientes
ü
Trastornos de
inicio reciente.
ü
Capacidad adecuada
para establecer una alianza terapéutica sólida.
ü
Adecuada capacidad
para el tratamiento
ü
Motivación
capacidad de insight y de comunicación verbal efectiva.
ü
Mecanismos de
defensa amplios y poco rigidificados.
ü
Tolerancia a la
ansiedad y frustración.
ü
Preferiblemente,
edad no avanzada, aunque se es muy variable en este aspecto dependiendo más de
la patología, motivación y objetivos que de la edad.
ü
Las
contraindicaciones se centran en principio en pacientes que requieran
reestructuraciones globales de personalidad, que tengan fuerte tendencia a la
actuación de conflictos fuera del marco terapéutico, no cooperativos, toxico
dependientes, y con larga historia de fracasos psicoterapéuticos.
4. Características del
terapeuta
ü
Alta motivación de
trabajo personal y profesional.
ü
Capacidad de
estimular al paciente y a su contexto.
ü
Disposición a
cooperar, tanto con el paciente como con su entorno, otros profesionales, etc.
ü
Adecuada formación,
incluyendo preparación psicodinámica, entrenamiento didáctico, y supervisiones.