domingo, 23 de junio de 2019

Terapia Familiar Sistemica


TÉCNICAS APLICADAS EN LA TERAPIA FAMILIAR SISTEMICA

Reformulación positiva

Consiste en formular y devolver a la familia una hipótesis circular sobre el problema, que reformule el tono de queja habitual en la familia por un mensaje positivo. Se intenta contrarrestar las hipótesis lineales que la familia plantea de entrada y que designan un miembro de la familia como “el problema”, con la carga emocional negativa que esa etiqueta asocia.

Excepciones y preguntas milagro

Son técnicas de las terapias breves. En la pregunta milagro, se le pregunta a la familia como sería el día si ocurriese un milagro y su problema se soluciona de golpe. En las excepciones, preguntamos acerca de aquellas situaciones en las que las cosas se hicieron de modo distinto y las que salió bien. De este modo, les ayudamos a volcar su atención hacia lo positivo, y nos da pie a introducir variaciones para fomentarlo.

Preguntas escala

Un tipo de pregunta que en ocasiones es útil, es pedirle a la familia que valoren, del 1 al 10, en qué punto está su problema. Desde aquí puedes indagar que haría falta para subir un punto en la escala, o si la puntuación es baja, que han hecho para conseguir que no baje más. Si por ejemplo te dice un 5, ¿Qué haría falta para llegar al 6? ¿Cómo habéis logrado que no fuera un cuatro o incluso menos?

·         Preguntas circulares

Preguntamos a otro miembro de la familia por lo que hace, siente, etc. el miembro del que queremos saber algo. Esto evita una escalada de discusiones, fomenta una visión cíclica e interrelacionada del problema que afecta a todos, y permite en muchas ocasiones que fluya información que se desconocía o puntos de vista nuevos.

Tareas directas y paradójicas

Una vez que se formula una hipótesis sobre lo que está sucediendo en la familia, se plantean cambios en la secuencia interaccional que se ha detectado para intentar producir cambios. De ahí que la terapia se haga cada quince días habitualmente, para que haya tiempo para que noten ciertos cambios.

·       Equipo terapéutico

En muchas ocasiones se utiliza al propio equipo terapéutico que esta visionando y apoyando al terapeuta como una manera de intervenir. Por ejemplo, en ocasiones en la devolución se utiliza al equipo para expresar sentimientos ambiguos o debates internos que se considera que pueden aportar algo a la familia. El uso más claro del equipo terapéutico como herramienta, es cuando el terapeuta pide al equipo que pasen a la sala, y el terapeuta y los clientes pasan a la sala desde donde ven al equipo como debaten lo que ha sucedido en sesión y las ideas y planteamientos que se hacen sobre cómo cada uno reacciona y que puede estar ocurriendo.

Escultura

Técnica propia del psicodrama, en ocasiones se utiliza para trabajar como siente la familia la situación familiar. Normalmente se les pide que representen a su familia. Suele ser útil empezar a pedírselo a los niños, que disfrutan jugando con su familia, captan muy bien el clima emocional de la familia, y facilita que la familia entre al ejercicio. Una vez lo representen, se puede preguntar cómo se sienten en esa situación, que les gustaría cambiar, se pueden hacer comentarios sobre las distancias entre cada uno o la sensación que da la familia, etc.

Complementariedad

Cuestionamiento del problema, cuestionamiento del control lineal y cuestionamiento del modo de recordar sucesos

Paradojas

Intervenciones directas basadas en la aceptación y desafío, el grupo de consulta como coro griego y fidelidad a la paradoja sistémica

Las metáforas en terapia

Las metáforas que se emplean en terapia se podrían clasificar en dos grandes grupos:
  • Las que emplea el terapeuta

Pueden ser originales del terapeuta o bien extraídas de otras fuentes. De hecho, la vida misma es una inagotable fuente de metáforas. Los terapeutas experimentados ya van con una carpeta repleta de útiles metáforas bajo el brazo, y con su creatividad también a cuestas para inventarse las que convenga durante el transcurso de la terapia. Un ejemplo de metáfora prefabricada a la que podemos recurrir en el caso de tratar a un cliente depresivo es la siguiente (Otto, 2000):
“Imagínate una gárgola en tu hombro, como las gárgolas son de piedra, esta gárgola de depresión te hunde y te dificulta moverte para realizar cualquier tipo de actividad. Además, te está constantemente susurrando al oído. Los mensajes son negativos, humillantes, te culpabilizan por todo. Si te encuentras mal, la gárgola te afirma rotundamente que así te sentirás siempre. Y lo peor es que tú te crees todo lo que te susurra. En las próximas semanas, deberás aprender a identificar cuáles son estos mensajes y ser consciente que vienen de la gárgola”
  • Metáforas que se encuentran en el relato del cliente, Sims (2003) nos propone una serie de pasos a seguir:
  1. Escuchar la metáfora. En muchos casos, los psicoterapeutas escuchan directamente el significado de las palabras del cliente, pero no las palabras mismas que es donde se encuentra la metáfora. Así que el primer paso debe consistir en entrenarnos para escuchar esas palabras que conforman la metáfora.
  2. Validar la metáfora. Este paso consiste en “marcar” la metáfora ante el cliente como algo interesante a investigar.
  3. Expandir la metáfora. En este momento se debe invitar al cliente a dar las asociaciones que le produzcan la metáfora (las emociones e imágenes que le suscita).
  4. Jugar con las posibilidades. Aquí ya se pregunta sobre lo que debe significar la metáfora. Cuantos más significados emergen más caminos de actuación aparecen. Tanto para expandir como para jugar con las posibilidades de la metáfora hemos de luchar contra el hábito endémico de darles una interpretación, nuestra interpretación.
  5. Marcar y seleccionar. Una vez vistas diferentes posibilidades, se trata de escoger la que más se adapte al objetivo del tratamiento.
  6. Conectar con el futuro. Hablar del futuro del cliente a través de la metáfora.


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