Arte y emoción
El arte desde
siempre ha sido el punto clave de la comunicación de los individuos de una
manera más simbólica y representativa pero que va mas allá de lo simplemente
plasmado por parte del artista por tanto para comprender realmente a
profundidad ya sea el significado de cuadros, esculturas, poesía, novelas
literarias entre otras se requiere entender al artista y su mundo interno
porque de ello podemos extraer aquello que estuvo en la mente del autor su
visión subjetiva de la realidad.
“La
primera establece una identificación entre cuestiones íntimas del artista y su
obra. Una segunda, atiende a las circunstancias externas que envuelven al
artista y que influencian sus pensamientos hacia la obra. Finalmente, identifica
los aspectos del contexto social y cultural del artista presentes en la obra. Se
trata de tres círculos de análisis de la creación partiendo de lo íntimo a lo general.”
El arte es expresión
de una de las capacidades más asombrosas del ser humano; la capacidad de
trascender todo el conjunto de condiciones objetivas que le rodean,
favoreciendo alternativas de acción que conducen a nuevas opciones para el
desarrollo humano. Siendo un participe entregado al pueblo y a la naturaleza en
sí, el desarrollo humano se produce opciones de producción subjetiva imposibles
de ser reguladas desde fuera de la propia dinámica en que se engendran, de lo
cual el arte es una excelente expresión. (Marqués Ibáñez & Peña
Sánchez, 2015, pág. 143)
Vygotsky aunque es
un personaje comprometido con la idea de la psicología como ciencia de la
conducta, así como con la idea de una psicología objetiva, no logro establecer
esta visualización en el arte pues este es una rebeldía total a las reglas y lo
predecible pues el mismo en su libro Psicología del Arte, ocupo un lugar
secundario en relación a su comprensión sobre la especificidad de los fenómenos
psicológicos. (Marqués Ibáñez & Peña
Sánchez, 2015, pág. 144)
A este fenómeno
Vygotsky hace la siguiente referencia textual (como se cita en Rey, 2008, pág. 144):
Vygotsky
expresa (1965): De esa forma, todas nuestras vivencias fantásticas y no reales,
en esencia ocurren sobre una base emocional completamente real. Así, nosotros
vemos que el sentimiento y la fantasía representan no dos procesos separados
uno de otro, sino, en esencia uno y un mismo proceso, y nosotros correctamente
observamos la fantasía, como la expresión central de una reacción emocional.
Y es que la psique
llega a ser un complejo de un sinnúmero de visualizaciones que en parte podrían
hasta depender del nivel de desarrollo de creatividad del individuo lo que
acotaría una mejor percepción del mundo que le rodea manifestándose de forma
física con algo material increíble y excepcional que dada la individualidad de
la mentalidad humana llega a variar tanto dada la subjetividad que con solo
cambiar una variable tenemos nuevos e increíbles productos de la visión de la
naturaleza.
El estudio del
arte implica reconocer el carácter generador, productivo de la psique humana,
lo cual es un atributo esencial de su definición como subjetividad. La gran
diferencia entre la psique humana y la animal, es la capacidad del hombre de
producir nuevas realidades, de anticipar construcciones que no existen en la
realidad y que son la base de su acción. (Rey, 2008, pág. 145)
Y es que también
se podría decir que el artista es un filósofo por naturaleza pues esta es más
emocional que racional. Detrás de cada pensamiento hay un sentimiento. No hay
cognición sin afectos. Lo racional es el resultado de lo emocional. La razón es
el punto más alto de la escalera de la emoción. Cuando filosofamos y
reflexionamos, activamos nuestras configuraciones axiológicas. El pensar se
deriva de los deseos humanos. La actividad racional se orienta por nuestros
intereses, anhelos y expectativas. En todo caso muy por encima de lo sensorial.
(Ortiz, 2016)
La aspiración del
Racionalismo Moderno fue ubicar a la razón por encima de la experiencia y al
mando de las emociones. Sin embargo, Pascal (2010) tuvo que reconocer que las
emociones escapan al dominio de la razón. "El corazón tiene razones que la
razón no entiende" (Ortiz, 2016)
Entonces podríamos
definir al arte como constructivismo y racionalización de la realidad y es que
esto puede llegar a ser muy ambivalente pero en el arte que cuestión no tiene
su polarización; bien y mal algo que nos cuestionamos y es a la vez una línea
muy delgada y que no podría ser definida nunca con exactitud pues en cada mirada
hay una razón lógica según su entorno en el arte influyen cuatro aspectos
esencial cultura, historia, la racionalización de los hechos y claramente la
emoción, la cual es la musa por excelencia del artista pues de su experiencia,
y como este lo procese en su esquema mental dependerá de gran manera el
producto que este nos entregue, con un punto extra y es que la sensibilidad de
este intentara ver desde otros ojos llegándose a imaginar miles de historias
que entre más decepcionantes, atraerán más al público por la curiosidad a lo
desconocido.
Bibliografía
Marqués Ibáñez, A., & Peña
Sánchez, N. (2015). Arte y contextos. De la emoción a la creación. II
Congreso Internacional de Investigación en Artes Visuales. (pág. 2).
Valencia, España: Editorial Universitat Politècnica de València. Obtenido de
https://riunet.upv.es/bitstream/handle/10251/90151/1058-3564-1-PB.pdf?sequence=1&isAllowed=y
Ortiz, A. (17 de Mayo de 2016). Configuración
entre Ciencia, Arte y Filosofía. La emoción al servicio de la razón.
Recuperado el 15 de Mayo de 2018, de Ciencia: https://www.ucc.edu.co/prensa/2016/Paginas/configuracion-entre-ciencia-arte-y-filosofia-la-emocion-al-servicio-de-la-razon--.aspx
Rey, G. (2008). Psicología y arte: razones
teóricas y epistemológicas de un desencuentro. Tesis Psicológica,
140-159.
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