El arte como forma de conciencia social
El objetivo del arte es representar
no la apariencia externa de las cosas,
sino su
significado interior.
-Aristóteles-
El poder más grande que el ser humano posee es la
capacidad de decir mediante diversas actividades considerada artísticas
variadas realidades de la vida cotidiana que sobreviven a décadas y décadas
llevando un mensaje que se adapta a la época y abre la mente de las nuevas
generaciones a conocer el verdadero pasado de la historia.
Dentro del contexto de la sociedad frente al arte
(Uribe, 2016) hace un comentario elocuente
a la ignorancia de los pueblos que hace perder al arte con algo simplemente
“bello”
“Dentro
de una sociedad colombiana anquilosada en sus propias costumbres. Esta actitud
de enclaustramiento había levantado una poderosa barrera entre el arte y la
vida cotidiana; para Jorge Zalamea, los hombres y las mujeres de aquel entonces
tenían un contacto poco frecuente con el arte, lo que terminaba por convertir
al artista y a la obra en una rareza: “Es que el arte ha dejado de ser acción
espontánea y permanente, para convertirse en contemplación intelectual y
transitoria”
Empezando
desde un cuadro pictórico hasta un manuscrito todos ellos poseen un trasfondo
único y enriquecedor pero cuando el pueblo no posee la suficiente educación
para comprender dicho trasfondo y se encierra en un conocimiento vulgar y
mecanizado a lo que los medios le enseñan mediante retransmisiones basura el
arte real se convierte únicamente en el “adorno de sala” pues solo es raro
único y con un valor económico pero no se visualiza la riqueza más allá del
materialismo pues es como “darle un diamante a un pobre pero que este siga
pobre por no conocer el valor del artículo”
Además
(Uribe, 2016) menciona
“La
crítica de arte se hacía desde la ignorancia, llena de prejuicios y bajo el
disfraz del ejercicio de lo que Zalamea llamó “la petulancia de la
inteligencia.[…] En su denuncia, elocuencia y talento literario no son
categorías inocentes: hablar de ellas implica hacer referencia a un conjunto de
saberes adquiridos al pasar por ciertas instituciones que ocupan, y se
preocupan por mantener, un lugar determinado en el espectro social.[…] “una forma híbrida de relato, poema
y panfleto que no puedo saber yo cómo sonará en los oídos de la gente”.
Tal
y como se da el caso de los medios de comunicación el mismo caso sucede con el
arte aunque el autor tenga la mejor de las intenciones y el mejor mensaje para
el mundo esta puede ser manipulada por aquellas personas poderosas a las que
estos escrito o producciones artísticas de diferente índole puedan afectar a su
imagen y además al ser el arte una forma de mensaje abstracto nunca se podar
saber con el receptor pueda interpretar los enunciados lo cual puede ser de
manera acertada o a la vez algo incoherente a el tema estudiado que quiso
transmitir el autor.
“Al medir
la convergencia del conocer y del ser en este movimiento profundo de la
inteligencia: “Existe un modo de conocimiento por el cual el conocimiento y la
posesión del ser mismo se dan en un acto único: es la intelección por la
belleza”15. En esa intelección –que podríamos asimilar al acto de reducción
trascendental de la fenomenología– no sólo se accede al ser sino también a su
íntima necesidad de manifestarse continuamente por la creación.”
El
conocimiento producido por el arte para una persona pensante puede ser la
reliquia más valiosa pues el arte se caracteriza por buscar explotar diversas
características en un contexto y trasportarla a diversos ambientes en los que
esta sea aplicable empapándola de diversas formas ya sea filosófica, poética,
dialéctica, histórica es decir coloca el todo en un solo elemento.
Bibliografía
González,
F. (2009). Razón poética e intelección por la belleza: la transdisciplinariedad
de la palabra . Revista de Filosofía , 197.
Uribe,
L. (2016). LOS LÍMITES DE LA LETRA: PALABRA/IMAGEN EN EL PROYECTO LIBERAL DE
JORGE ZALAMEA. The Graduate Center, 231.
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