TÉCNICAS APLICADAS EN LA TERAPIA FAMILIAR SISTEMICA
·
Reformulación positiva
Consiste en
formular y devolver a la familia una hipótesis circular sobre el problema, que
reformule el tono de queja habitual en la familia por un mensaje positivo. Se
intenta contrarrestar las hipótesis lineales que la familia plantea de entrada
y que designan un miembro de la familia como “el problema”, con la carga
emocional negativa que esa etiqueta asocia.
·
Excepciones y preguntas milagro
Son técnicas de
las terapias breves. En la pregunta milagro, se le pregunta a la familia como
sería el día si ocurriese un milagro y su problema se soluciona de golpe. En
las excepciones, preguntamos acerca de aquellas situaciones en las que las
cosas se hicieron de modo distinto y las que salió bien. De este modo, les
ayudamos a volcar su atención hacia lo positivo, y nos da pie a introducir
variaciones para fomentarlo.
·
Preguntas escala
Un tipo de
pregunta que en ocasiones es útil, es pedirle a la familia que valoren, del 1
al 10, en qué punto está su problema. Desde aquí puedes indagar que haría falta
para subir un punto en la escala, o si la puntuación es baja, que han hecho
para conseguir que no baje más. Si por ejemplo te dice un 5, ¿Qué haría falta
para llegar al 6? ¿Cómo habéis logrado que no fuera un cuatro o incluso menos?
·
Preguntas circulares
Preguntamos a otro
miembro de la familia por lo que hace, siente, etc. el miembro del que queremos
saber algo. Esto evita una escalada de discusiones, fomenta una visión cíclica
e interrelacionada del problema que afecta a todos, y permite en muchas
ocasiones que fluya información que se desconocía o puntos de vista nuevos.
·
Tareas directas y paradójicas
Una vez que se
formula una hipótesis sobre lo que está sucediendo en la familia, se plantean
cambios en la secuencia interaccional que se ha detectado para intentar
producir cambios. De ahí que la terapia se haga cada quince días habitualmente,
para que haya tiempo para que noten ciertos cambios.
·
Equipo terapéutico
En muchas
ocasiones se utiliza al propio equipo terapéutico que esta visionando y
apoyando al terapeuta como una manera de intervenir. Por ejemplo, en ocasiones
en la devolución se utiliza al equipo para expresar sentimientos ambiguos o
debates internos que se considera que pueden aportar algo a la familia. El uso
más claro del equipo terapéutico como herramienta, es cuando el terapeuta pide
al equipo que pasen a la sala, y el terapeuta y los clientes pasan a la sala
desde donde ven al equipo como debaten lo que ha sucedido en sesión y las ideas
y planteamientos que se hacen sobre cómo cada uno reacciona y que puede estar
ocurriendo.
·
Escultura
Técnica propia del
psicodrama, en ocasiones se utiliza para trabajar como siente la familia la
situación familiar. Normalmente se les pide que representen a su familia. Suele
ser útil empezar a pedírselo a los niños, que disfrutan jugando con su familia,
captan muy bien el clima emocional de la familia, y facilita que la familia
entre al ejercicio. Una vez lo representen, se puede preguntar cómo se sienten
en esa situación, que les gustaría cambiar, se pueden hacer comentarios sobre las
distancias entre cada uno o la sensación que da la familia, etc.
·
Complementariedad
Cuestionamiento
del problema, cuestionamiento del control lineal y cuestionamiento del modo de
recordar sucesos
·
Paradojas
Intervenciones
directas basadas en la aceptación y desafío, el grupo de consulta como coro
griego y fidelidad a la paradoja sistémica
Ø
Las metáforas en terapia
Las metáforas que
se emplean en terapia se podrían clasificar en dos grandes grupos:
A)
Las
que emplea el terapeuta
Pueden ser
originales del terapeuta o bien extraídas de otras fuentes. De hecho, la vida
misma es una inagotable fuente de metáforas. Los terapeutas experimentados ya
van con una carpeta repleta de útiles metáforas bajo el brazo, y con su
creatividad también a cuestas para inventarse las que convenga durante el
transcurso de la terapia. Un ejemplo de metáfora prefabricada a la que podemos
recurrir en el caso de tratar a un cliente depresivo es la siguiente (Otto,
2000):
“Imagínate una gárgola en tu hombro, como las
gárgolas son de piedra, esta gárgola de depresión te hunde y te dificulta
moverte para realizar cualquier tipo de actividad. Además, te está
constantemente susurrando al oído. Los mensajes son negativos, humillantes, te
culpabilizan por todo. Si te encuentras mal, la gárgola te afirma rotundamente
que así te sentirás siempre. Y lo peor es que tú te crees todo lo que te
susurra. En las próximas semanas, deberás aprender a identificar cuáles son
estos mensajes y ser consciente que vienen de la gárgola”
B)
Metáforas
que se encuentran en el relato del cliente, Sims (2003) nos propone una serie de pasos a seguir:
1.
Escuchar
la metáfora. En muchos casos, los psicoterapeutas escuchan directamente el
significado de las palabras del cliente, pero no las palabras mismas que es
donde se encuentra la metáfora. Así que el primer paso debe consistir en
entrenarnos para escuchar esas palabras que conforman la metáfora.
2.
Validar
la metáfora. Este paso consiste en “marcar” la metáfora ante el cliente como
algo interesante a investigar.
3.
Expandir
la metáfora. En este momento se debe invitar al cliente a dar las asociaciones
que le produzcan la metáfora (las emociones e imágenes que le suscita).
4.
Jugar
con las posibilidades. Aquí ya se pregunta sobre lo que debe significar la
metáfora. Cuantos más significados emergen más caminos de actuación aparecen.
Tanto para expandir como para jugar con las posibilidades de la metáfora hemos
de luchar contra el hábito endémico de darles una interpretación, nuestra
interpretación.
5.
Marcar
y seleccionar. Una vez vistas diferentes posibilidades, se trata de escoger la
que más se adapte al objetivo del tratamiento.
6.
Conectar
con el futuro. Hablar del futuro del cliente a través de la metáfora.
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