El poder de la palabra en el conocimiento
Siempre se ha dado la ideología general en que la
palabra tiene más poder que un golpe bajo pues la forma en que se use la lengua
y el desenvolvimiento social pueden ser una relación fundamental para manipular
masas y ascender social y económicamente.
Según (Uribe,
2016)
“Hay dos
momentos en que se expresan relaciones distintas del poder con la palabra. El
primer momento es el ascenso al poder del dictador y el segundo es su pérdida
de la capacidad de hablar y la posterior prohibición de la palabra. Antes el
dictador era caracterizado por su forma de hablar: El que hacer del dictador es
el de emitir palabras, tanto de forma oral como escrita, mediante, la retórica,
un uso del lenguaje verbal que es recompensado socialmente. Nos encontramos
ante un personaje con una gran capacidad de reconocer y hacer uso de las normas
del buen decir. Nunca aparece el discurso que legitima al dictador porque el
discurso ya está inscrito en el cómo se dice.”
De esto podemos rescatar el eje fundamental del
poder de la palabra que como decíamos anteriormente permite el ascenso
socio-económico en la escala pues podríamos recordar el caso más memorial de la
historia “Hitler” quien se dice movió masas completas con sus ideales e hizo
una revolución pues al momento de dominar la palabra, expresividad se domina
las débiles mentes de los pobres pero esta a su vez puede ser fugaz si es un
dominio de fines egoístas pues cuando el pueblo adquiere conocimiento el
dictador pierde poder.
Según (González
F. , 2009)
“Existe
una función lunar o especular de la razón: especula (o espejea) y reflexiona (o
refleja). No eluden la mediación conceptual que cristaliza y reduce el objeto
mismo del conocimiento, pero invitan a un salto al vacío de la metáfora y del
símbolo como elementos constituyentes de lo real cognoscible. La transdisciplinariedad, aquí, podría ser el
punto cero, es decir, un espacio inagotable de posibilidad, que va transformándose,
abriéndose a la fuerza de la palabra poética. Las idas y venidas entre
filosofía y poesía permiten a nuestros autores enredar los límites, tensarlos
hasta romperlos, porque, de esa manera, el poder configurador de la palabra
estallará en todas sus posibilidades. [...] La palabra es también al
modo del fuego, que prende y se prende, que se propaga, que arrebata. Y como el
fuego también puede ser destructora. Tras de ciertas palabras sólo quedan
cenizas. […] Más la palabra más alta, la más libre es aquella lavada por el
fuego, la que se forma en él, por él, quedándose así en lo invulnerable, en el
centro último de su sentido. Es la palabra que no puede ser usada ni utilizada:
la que es consumida quedando intacta. La que lleva en su canto el silencio y
que al ser recibida crea soledad y comunicación. La palabra.”
La palabra
como capacidad innata humana no es nada si no se desarrolla pues como la
memoria todos la poseen pero el que tiene más capacidad es aquel que la
ejercita y es allí cuando se puede vislumbrar nuevos horizontes más allá de lo
común relacionarnos con las ciencias hace posibles tener mayor flujo de habla y
conocer de filosofía y poesía nos permite enredar a los demás en nuestras
palabras pero esta a su vez es una herramienta de doble filo parecida al fuego
que es tan atrayente, seductor, satisfactorio pero si te acercas demasiado te
puede quemar pues al ser algo en lo que una sola palabra puede marcar la
diferencia de pensamiento o se hace a nuestro favor o a nuestra contra en el
proceso.
Según (González
F. , 2009)
“Una de
las razones principales para la continuidad de los discursos y políticas
dominantes es que la propia naturaleza del sentido común sobre la educación
está siendo permanentemente alterada. Esto es en gran medida el resultado del
poder de grupos particulares que entienden que si cambiamos las formas básicas
en que pensamos la sociedad y sus instituciones; estos grupos pueden crear un
conjunto de políticas que los beneficiarán profundamente, más que a nadie.”
El poder que el conocimiento y la palabra puede
generar en una sociedad muchas de las veces asustan a aquella de mayor estrato
social pues a un pueblo tener conocimiento pleno del mundo y curiosidad
investigativa el poder no podrá pertenecer a unos cuantos en la sociedad.
Bibliografía
González,
F. (2009). Razón poética e intelección por la belleza: la transdisciplinariedad
de la palabra . Revista de Filosofía , 197.
Uribe,
L. (2016). LOS LÍMITES DE LA LETRA: PALABRA/IMAGEN EN EL PROYECTO LIBERAL DE
JORGE ZALAMEA. The Graduate Center, 231.
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